Friends: Matthew Perry se gastó 9 millones de dólares para estar sobrio
Perry estuvo a punto de morir en 2018 debido a su adicción a los opioides, y…
Matthew Perry desveló hace apenas unos días que estuvo a punto de morir en 2018 debido a su adicción a los opioides. El que interpretó a Chandler Bing en Friends durante diez largas temporadas pasó por múltiples adicciones a lo largo de su carrera, siendo el alcohol uno de sus principales problemas que hasta le generó controversias con miembros del reparto de la serie creada por David Crane y Marta Kauffman en los noventa. En una nueva entrevista para The New York Times, Perry ha explicado ahora que ha llegado a gastar 9 millones de dólares para tratar de estar sobrio. “Probablemente he gastado $9 millones o algo así tratando de estar sobrio”, comentaba el artista.
“Fingiría lesiones en la espalda. Fingiría dolores de cabeza por migraña. Tenía ocho médicos a la vez“, decía Perry, explicando sus métodos para seguir enganchado a Vicodin, Xanax o OxyContin. “Me despertaba y tenía que tomar 55 Vicodin ese día y averiguar cómo hacerlo. Cuando eres un adicto a las drogas, todo son matemáticas. Voy a este lugar, y necesito tomar tres. Y luego voy a este lugar, y voy a tomar cinco porque voy a estar allí más tiempo. Es agotador, pero tienes que hacerlo o te pones muy, muy enfermo”, comentaba con total sinceridad el actor, que está ahora mismo exponiendo más que nunca los problemas que las drogas le han generado. “No lo estaba haciendo para sentirme drogado o para sentirme bien. Ciertamente no era un fiestero; Solo quería sentarme en mi sofá, tomar cinco Vicodin y ver una película. Eso fue el cielo para mí. Ya no lo es“.
En 2018 los médicos dijeron que solo tenía un 2% de probabilidades de sobrevivir
Como os comentábamos, hace unos días Perry explicó la verdad acerca de su famoso incidente de 2018, donde los médicos le aseguraron que tenía un 2% de posibilidades de sobrevivir. Perry estuvo dos semanas en coma y pasó cinco meses en un hospital, necesitando una bolsa de colostomía durante nueve meses. “Me pusieron una cosa llamada máquina ECMO, que hace toda la respiración de tu corazón y tus pulmones. Y eso se llama un Ave María. Nadie sobrevive a eso”.